¿Sabías que todos los seres vivos, tenemos un reloj biológico interno (ritmo biológico) que favorece la ejecución de una actividad biológica en un punto temporal concreto? Para ser más clara, nuestro cuerpo y el de otros mamíferos tiene un reloj endógeno que favorece algunos mecanismos o “funciones” según X periodo de tiempo. Un ejemplo muy frecuente es el ritmo circadiano (periodicidad de 24 horas) y se asocia a los ritmos de luz/oscuridad, dentro de ellos el ritmo sueño/vigilia.
Un ejemplo del ciclo de sueño/vigilia es que al llegar la oscuridad de la noche y perderse la luz del sol (de manera natural y sin luz artificial), caen los niveles en nuestro cuerpo de una hormona llamada cortisol (Hormona del estrés), mientras que al empezar el día y gracias a la luz solar, aumenta la producción endógena de cortisol lo que nos hace despertar, incluso sin necesidad de ninguna alarma.
Resulta que el impacto de una misma comida en el día es diferente a la de la noche, porque tenemos un reloj biológico endógeno que le dice a nuestras hormonas: ¡Ey! durante el día asimilaras mejor los carbohidratos porque tienes mayor sensibilidad a la insulina (hormona que transporta el azúcar de la sangre a la célula), pero ¡Ojo! en la noche los carbohidratos no serán tan bien asimilados, quizás aumentará los niveles de azúcar en sangre y se acumulará más fácil como grasa.
Esto es así porque miles de años atrás el ser humano no contaba con grandes cadenas de supermercados, domiciliarios, ni tiendas de barrio. El ser humano debía salir a cazar, a buscar la comida, a recolectar cada uno de sus alimentos; había días donde no se comía, días en que si, pero normalmente se comía durante el día, pues la noche era muy peligrosa para tal objetivo.
Una Vez teniendo claro lo que son los ritmos biológicos y que, por ende, algunos alimentos se toleran mejor en el día que en la noche, a continuación, te cuento 5 errores frecuentes a la hora de cenar.
- Comer abundantemente: nuestro cuerpo NO esta diseñado para recibir grades cantidades de alimentos en la noche, la noche es el momento de ir a dormir, de reparar y recuperar energía, el consumo de grandes cantidades de alimentos sobre-activa el sistema digestivo, eleva el azúcar en la sangre, produce picos de insulina e interrumpe el ciclo de sueño; favorece la aparición de trastornos como Reflujo. Procura hacer comidas más abundantes en el desayuno y almuerzo pues nuestros ritmos biológicos toleran mejor los alimentos a esa hora y así cuidas tu sueño con una cena ligera.
- Comer frente al televisor o computador: cuando comemos y al tiempo hacemos otras actividades como revisar el celular, ver un programa de TV o simplemente seguimos trabajando en el computador, nuestros sistemas de saciedad no son escuchados, seguimos comiendo hasta sobrepasarnos y comer de más. Recuerda, debemos comer conscientes, en momento presente y disfrutar del espacio donde alimentamos a nuestro cuerpo con las mejores provisiones.
- Comer antes de ir a dormir: Tu última comida debería ser mínimo 3 horas antes de ir a la cama, ¿para qué? Para darle tiempo al cuerpo de hacer digestión y por ende, lograr que nuestra alimentación no interfiera con el sueño y la calidad del mismo.
- Comer alto en carbohidratos y azucares simples: esto afecta negativamente nuestro metabolismo, puede producir elevación de azúcar en la sangre, resistencia a la insulina, hipoglicemias reactivas, sueño no reparador, sobrepeso.
TIPS:
- Procura que tu cena sea ligera.
- Favorece el consumo de Vegetales, proteínas y grasas de buena calidad.
- Cena mínimo 3 horas antes de ir a la cama.
Si sigues estos Tips, mejorará tu sueño y empezarás a regular las hormonas de la saciedad, logrando incluso pérdida de peso.
Dra. Cindy Marcela Ardila Pérez.
Médica Nutrióloga
Ms. en Nutrición y Alimentación
Diplomada en Medicina Funcional de la FUCS
En proceso de Certificación en Medicina Funcional (IFM)
Medicina Integrativa-Medicina Funcional
cindy.ardila@cuerpoymente.com.co