“Usted importa por lo que usted es. Usted importa hasta el último momento de su vida y haremos todo lo que esté a nuestro alcance, no sólo para que muera de manera pacífica, sino también para que, mientras viva, lo haga con dignidad”
Cicely Saunders
Inicialmente, antes de abordar el concepto de dolor total, es importante tener claro cuál es la definición de dolor, debido que la interpretación de los seres humanos, de acuerdo a sus experiencias, creencias, sistema de valores y expectativas puede modular o influir en la comprensión de dicho concepto. Según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor [IASP] es una experiencia sensorial y emocional displacentera que se encuentra asociada al daño tisular actual o potencial, o descrita como la ocasionada por dicha lesión. Todos los seres humanos han experimentado dolor, sin embargo, es importante tener en cuenta que el dolor es un aspecto multidimensional, debido que, no sólo impacta a nivel físico, como daño tisular, sino también modula a nivel emocional, psicológico, social y espiritual.
En la literatura se ha estudiado el concepto de dolor total, este término fue utilizado por primera vez por Cicely Saunders en 1964, quien se desempeñó como médico, trabajadora social, enfermera y pionera de los cuidados paliativos a nivel mundial; en donde explica que cuando no se logra el alivio del dolor, éste puede convertirse en el centro del ser humano, es decir, puede influir en la integridad y convertirse en una experiencia desagradable a nivel biopsicosocial y espiritual, en donde en muchas ocasiones, la persona que lo presenta se observa a sí misma bajo la visión de “ser un dolor” y no “tener una condición de dolor”; es allí donde se evidencian diversas necesidades emocionales, miedo, tristeza, negación, evitación, incertidumbre, frustración, desesperanza, rechazo, alteración en autoesquemas (autoeficacia, autoconcepto, autoestima y autoimagen) irritabilidad entre otras, las cuales, si no se presenta un proceso de aceptación y adaptación a la situación actual, es posible desarrollar trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, los cuales influyen en la visión de si mismos, el mundo y el futuro.
Para la Psicología, es de vital importancia acompañar al paciente en su proceso de enfermedad y control de síntomas de dolor que como se expresó inicialmente, es concebido como un proceso multidimensional, asociado a aspectos fisiológicos, psicológicos, emocionales, sociales y espirituales.
En todo lo relacionado con el dolor de un paciente, la psicología ha velado por el bienestar integral, contribuyendo a la modificación de aspectos cognitivos para generar mayor control personal y disminuir el malestar emocional asociado al dolor, la identificación y fortalecimiento de redes de apoyo, las cuales generan mecanismos que disminuyen la sensación de impotencia y sensación de dolor de estos pacientes, aumento de las expectativas de ocurrencia de una conducta en una situación de dolor, como las técnicas de distracción, que ayuda a menguar la percepción de éste.
REFERENCIAS
Rev. Soc. Esp. Dolor, Vol. 6. Madrid, 1999.
Rev. Soc. Esp. Dolor, Vol.13 no.3 Madrid, 2006.
Juliana Suárez Cardona
Psicóloga Especialista en Cuidados Paliativos – UPB
Integrante del equipo Cuerpo & Mente
juliana.suarez.cardona@gmail.com