Los seres humanos hemos sido tan adoctrinados a estar atados a un exterior, a un tener, un poseer, a lo que es mío o lo que no me pertenece, que quizás por eso estamos en constantes duelos; porque sentimos todo tan propio que cuando lo perdemos, nos duele.
Diariamente las personas pierden objetos, pierden familiares, pierden su trabajo, cada vez con más frecuencia y sin darse cuenta pierden su libertad, por estar aferrados a ese exterior que no les pertenece.
A lo largo de la vida, estas pérdidas se pueden ver reflejadas en dolores físicos o en lo que han llamado enfermedades, pero que finalmente solo es nuestro cuerpo manifestando alguna situación con la que se siente inconforme.
Pero, ¿qué pasa cuando lo que nos duele ya no es el cuerpo?, ¿qué pasa cuando el dolor que sentimos no lo podemos describir, porque no sabemos de dónde viene?, ¿qué pasa cuando lo único que podemos decir es que no entendemos muy bien lo que nos ocurre o lo que sentimos?, ¿por qué nos sentimos perdidos y sin un propósito de vida? ¿por qué ya nada nos llena ni es suficiente? ¿qué pasa cuando perdemos la capacidad para disfrutar de las cosas sencillas?
Realmente no sé qué es lo que pasa, pero desde mi experiencia, donde diariamente escucho historias de vidas, todas tan diferentes, pero a la vez tan llenas de lo mismo; puedo decirte que lo que pasa es que nos duele el alma, ¡sí! nos duele eso tan profundo que hemos descuidado, que hemos dejado de lado por vivir pensando en lo externo, por olvidarnos de lo que realmente es importante.
Y sobre este dolor del alma te puedo decir que no hay medicamento que sirva, estos solo siguen siendo más distractores, solo debes ir allá, a lo profundo de tu corazón y darle ese amor, que es la energía brotando del silencio.
Es hora de pensar en ti en lo que te hace feliz y recuerda que no me refiero a nada material ni exterior, aquello que tu alma realmente necesita: amor, perdón y compasión de ti para ti.
Ve adentro, allí está la respuesta y si crees que puedo ayudarte en este proceso, estoy aquí para acompañarte, porque solo soy una persona que como tú, por algún momento me olvidé de lo que tenía adentro.
Con mucho amor te regalo estas palabras para que despiertes lo que está dormido en ti.
Dra.Ana Henao
Médica Funcional e Integrativa
Terapeuta en Biodescodificación
Manejo de Psilocibina