A propósito de la situación de miedo y pánico que se genera a raíz de la pandemia de coronavirus, creo que es importante asociar esta emoción, que realmente no es buena ni mala, es una emoción que nos permite establecer ciertos comportamientos y conductas, y medir nuestra capacidad de reacción frente a estas.
El miedo es una de las emociones más necesarias, mediada por parte de nuestro cerebro reptil o antiguo, y nos facilita actuar en defensa propia, cuidar de los nuestros y responder adecuadamente a situaciones donde se ven en riesgo nuestra vida o la de los nuestros.
Está definido por la Real Academia de la Lengua Española como: “Angustia por un riesgo o daño real o imaginario. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea”. Definiciones muy compatibles con la situación actual de vida, y a lo que nos vemos enfrentados a diario. Es una emoción que prima sobre muchas otras desde hace muchísimos años en nuestra región, en nuestro país y en nuestro planeta.
Si nos enfocamos desde el punto de vista de las medicinas ancestrales, especialmente en la perspectiva de la Medicina Tradicional China (MTC), el miedo es una emoción que pertenece al riñón, un órgano que desde la medicina occidental, se encarga de purificar la sangre y produce sustancias muy importantes para nuestra funcionalidad en el día a día.
Para los chinos este órgano ancestral guarda la esencia energética y genética que nos permite un equilibrio. Un desequilibrio a nivel del riñón causa importantes desórdenes mentales como: fobias (principalmente a lo desconocido o a lo que no podemos controlar); depresión, por nuestra incapacidad para controlar la voluntad y lograr lo que nos proponemos; un deseo de control cada vez mayor, que nos puede llevar a un abuso de poder, llevándonos así a situaciones de violencia, egoísmo y hostilidad con los demás; la incapacidad para controlar nuestras emociones y permanecer en un estado ansioso constante, ánimo triste, llanto fácil, la incapacidad de ser autocríticos y la falta de fe en que las cosas pueden y van a mejorar.
Los 5 elementos en los cuales se apoya en gran medida la MTC, están conformados por: el agua que genera la madera, la madera que cuando se seca forma el fuego, el fuego que cuando se quema genera la tierra, la tierra que en estado normal genera millones de minerales (metal), y estos minerales que en abundancia generan nuevamente el agua. Son cíclicos, y de ahí se desprende que en gran medida muchos de nuestros síntomas generados por el miedo, puedan generar una parálisis, bloqueando la madera y generando articulaciones rígidas y dolorosas.
Muchos de nuestros dolores se pueden explicar fácilmente a través de esta teoría de los 5 elementos. Donde el compromiso de varios de estos reinos al mismo tiempo genera dolor y gran limitación.
Si tenemos en cuenta la parálisis que nos produce el miedo, el primer paso es admitirlo y visualizarlo únicamente como un mecanismo de defensa, para que este no nos pueda paralizar, y podamos comenzar a actuar.
Asumir nuestra responsabilidad, y no esperar que nadie más tome las decisiones o acciones que debemos nosotros mismos responsabilizarnos de tener. Este tan temido miedo, puede ser el que nos ayude y potencie a tomar las mejores decisiones y tener el impulso suficiente para lograr nuestros proyectos. Esto implica también, tener que pasar del pensamiento a la acción, en coherencia con lo que pensamos y sentimos. Es esa coherencia la que nos permite fluir de la mejor manera hacia nosotros mismos y nuestro entorno… es ponernos en movimiento y actuar a conciencia, ya que “el valiente no es el que no siente miedo, sino el que a pesar de tenerlo, actúa”
Dra. Luisa Sánchez
Médica Especialista en Terapias Alternativas y Complementarias
Torre médica Intermédica. Consultorio 1603.
www.cuerpoymente.com.co
Cuerpo & Mente. Alivio del dolor, salud y bienestar.