La fibromialgia es una condición dolorosa que afecta a muchas personas, especialmente mujeres y que, llamativamente, está comprometiendo a personas en edades más tempranas.
Es un diagnóstico que en el CIE 10 (Clasificación Internacional de Enfermedades) está catalogado con el código M797; es un rótulo, pero ¿qué aporta decir que se tiene o no?. A mi manera de ver, no mucho y lo explicaré, aunque las personas que la padecen si tienen mucho por decir y, es justamente eso lo que creo que muchas veces hace falta, brindar un espacio apropiado para escucharles.
Este rótulo sólo está definido por un grupo de personas (reumatólogos) que a su buen juicio, dicen que alguien que tenga dolor generalizado, asociado a fatiga (cansancio), sueño no reparador (despertarse como si no hubiera dormido), síntomas depresivos, dolor de cabeza o de abdomen o alteraciones cognitivas como afectación en la memoria, descartando otras enfermedades, tiene fibromialgia. Como se ve, es una enfermedad de descarte.
Quienes definen los criterios de esta enfermedad, lo que hacen básicamente es descartar que no tengan o coexistan otras enfermedades como artritis o lupus, pero de ahí en adelante, no tienen mucho por ofrecer, más que enviar a otro profesional para que le brinde soporte y digo soporte, pues se ha establecido que no tiene cura y no hay medicamentos específicamente diseñados para su manejo (se emplean antidepresivos, relajantes musculares u otros pertenecientes al grupo de los anticonvulsivantes).
Hasta ahora, todo parece desalentador y por esto digo que es un rótulo que no dice mucho, pues entre otras, los criterios para diagnosticar a una persona con fibromialgia han cambiado en varias ocasiones a lo largo del tiempo y, seguramente, seguirán modificándose, anunciando en alguna revista internacional “nuevos criterios para el diagnóstico de la fibromialgia”.
Cuando se brinda un espacio para escuchar a las personas que manifiestan los síntomas (lo que el paciente siente) e ir más allá de este, ir a explorar su afectación emocional, qué sucedía en su vida cuando los síntomas iniciaron, cómo son sus relaciones sociales, laborales, su nivel de estrés el último año y mes, cuáles son sus hábitos de sueño, de ejercicio, de alimentación; es posible que descubramos algo más allá de un rótulo.
Lo que me he encontrado habitualmente, es que hay disfunciones en múltiples sistemas a nivel del cuerpo físico (disautonomías, inflamaciones crónicas de bajo grado, alteraciones hormonales, entre otras) y ni qué decir del nivel emocional, familiar, social, espiritual, energético. Hay habitualmente una carga tóxica física y emocional con la que nuestro cuerpo y mente ya no es capaz, se desborda y por esto, manifiesta tantos y tantos síntomas que refieren los pacientes con esta condición de salud.
Así las cosas, a mi manera de ver, hay mucho por hacer, donde el médico o terapeuta juega un papel de acompañante, de guía en la búsqueda del equilibrio de tanto desequilibrio; pero definitivamente el papel protagónico se lo lleva el paciente, quien en muchas ocasiones, dicho sea de paso, sabe a veces muy en el fondo, por qué está así de “enfermo o enferma”.
Para sanar se requiere voluntad, decisión y coraje. No hay una pastilla ni una inyección que lo vayan a hacer. Se necesita paciencia y disciplina para iniciar todo un camino, bajando los juicios y expectativas, aprendiendo a disfrutar del camino más que de un resultado, abriéndose a los múltiples aprendizajes que este maestro llamado “fibromialgia” ha llegado a enseñar.
Con herramientas desde la medicina integrativa, funcional, ortomolecular y de precisión, en compañía de un equipo de profesionales que apoyen el manejo en el aspecto mental/emocional, nutricional, energético y de rehabilitación física; en muchas ocasiones es posible mejorar estas disfunciones y aliviar los síntomas y quizás en el camino, se llegue a la sanación, que va más allá de la curación.
Dr. William Henry Joaquí Tapia
Médico Anestesiólogo
Médico Funcional e Integrativo
Médico Especialista en Medicina del Dolor
Ms. en manejo avanzado del dolor
Prof. de Mindfulness para la salud y Kindfulness, atención consciente y amable para el estrés.
Speaker Nutrabiotics
Speaker Heel