Por: Angela Escobar Rodriguez.
Fisioterapeuta, Especialista en ejercicio físico para la salud C&M.
Ubiquemos bien los conceptos sobre la fisioterapia; pongámosla en un contexto justo, porque pensar que la fisioterapia solo es necesaria si se tiene una lesión como una fractura, un esguince, o solo como ayuda para tratamiento pos-operatorio; o peor aún, creer que ir a fisioterapia me va a aumentar el dolor, o que es un tratamiento agresivo y/o traumático; o creer que el fisioterapeuta únicamente hace masajes, serían formas muy sesgadas, cortas de visión y equivocadas de todo lo que realmente puede hacer la fisioterapia, y estaríamos desaprovechando miles de beneficios que se pueden lograr a través de ella.
Por eso, es importante que empecemos conociendo qué es la fisioterapia. Es una profesión que tiene como propósito optimizar la salud y las funciones de los pacientes, previniendo, recuperando o readaptándolos a la vida cotidiana luego de haber presentado alguna enfermedad, teniendo siempre en mente el alivio del dolor.
El fisioterapeuta forma parte de un equipo interdisciplinario que busca el mismo propósito en sus pacientes, alivio del dolor, complementando así a múltiples especialidades, como por ejemplo:
– Al ortopedista, en un sinfín de enfermedades; por mencionar solo algunas, el síndrome del manguito rotador, problemas femoro patelares, lumbalgias y/o hernias discales; pos-operatorio de cirugías de lesiones meniscales, lesiones ligamentares, pos operatorio de prótesis, pos operatorio de cirugías de columna, etc.
– Al traumatólogo, en la recuperación de todos los pos-operatorios de fracturas, lesiones ligamentares, etc.
– Al neurólogo, en la recuperación de pacientes que por uno u otro motivo hayan perdido su movilidad, su capacidad de caminar.
– Al cardiólogo, en todos los procesos de rehabilitación cardíaca.
– Al reumatólogo, porque la gran mayoría de las enfermedades inflamatorias de las articulaciones producen dolor y limitación funcional de esas articulaciones y allí el fisioterapeuta ayuda a la recuperación de esas zonas comprometidas y al alivio del dolor.
– Al deportólogo, para asesorar a los paciente o deportistas en programas de adaptación al ejercicio, identificando y corrigiendo todos aquellos imbalances musculares que pueden limitar el rendimiento deportivo y/o propiciar alteraciones del aparato locomotor.
– Al geriatra, porque con diferentes orientaciones de actividad física se puede mejorar la movilidad del paciente de la tercera edad y así, su calidad de vida.
Basados en esta enorme cantidad de posibilidades de acción del fisioterapeuta, podemos decir que nuestro acceso a un tratamiento fisioterapéutico en nuestra vida, no es solo cuando aparece el dolor en nuestro cuerpo por una lesión músculo – esquelética, sino también, cuando aparecen enfermedades que desencadenan dolor crónico.
Al hablar de dolor crónico vuelve a mi mente el principal objetivo de la fisioterapia que es disminuir el dolor y proporcionar una mejor calidad de vida, a través de variadas estrategias:
-Estrategias educativas que incluyen:
.La concientización frente al origen de su dolor.
.La corrección de malos hábitos posturales desde que se levanta hasta que se acuesta.
.La inclusión de ejercicios en búsqueda de recuperar el equilibrio músculo-esquelético y facilitador en la disminución del dolor.
.Otros ejercicios como estiramientos que contribuyen con el mejoramiento de la movilidad articular, disminución del tono muscular, previenen lesiones musculares, mejoran los niveles de actividad física, entre otros. Es importante hacer un llamado de atención: no todos los ejercicios son para todo el mundo ni para todos los diagnósticos; cada persona es un ser individual y como tal se tiene que planear su estrategia de tratamiento.
-Se puede pensar también en la terapia manual que abarca la masoterapia o masaje terapéutico, la kinesioterapia que son los movimientos pasivos del cuerpo.
Hoy contamos con certificación a nivel internacional en colocación de vendajes neuro–musculares, que facilitan en mucho el control del dolor de múltiples patologías. La terapia con agentes físicos como:
– La electroterapia, genera beneficios como reducir el dolor en la zona a tratar, tiene un efecto antiinflamatorio, mejora del aporte sanguíneo al producir vasodilatación, mejora la recuperación de los tejidos.
– El ultrasonido es otro agente físico de gran ayuda por ser calor profundo y hace un micro masaje en las fibras internas del músculo disminuyendo el dolor y la inflamación, mejorando la cicatrización de las lesiones, la flexibilidad de los tejidos, disminuyendo la rigidez articular y las contracturas.
– Otra de las herramientas analgésicas utilizada en la fisioterapia son los medios físicos; estos hacen referencia al uso del calor o también llamado termoterapia, el uso del frio o crioterapia, la utilización de agua o hidroterapia. La utilización de rayos infrarrojos y ultravioletas también llamado fototerapia.
Si bien todas estas herramientas terapéuticas y estrategias nos ayudan al manejo analgésico, es importante recalcar que no todas son para todo el mundo, necesitan constantemente de un profesional que haga el acompañamiento durante el transcurso de la enfermedad no solo de su parte física sino emocional, pilar importante en el deseo de mejorarse y adherirse al tratamiento.