Hoy quiero transmitir un par de conceptos frente al ayuno intermitente.
El primero, hace referencia a un artículo de revisión publicado hoy 26 de diciembre en la revista médica de mayor impacto a nivel mundial, el New England Journal of Medicine. Habla justamente de los beneficios del ayuno intermitente, en la que muestra cómo múltiples estudios han puesto en evidencia una amplia gama de condiciones de salud que se pueden beneficiar de este tipo de abordaje; entre ellas la diabetes, la obesidad, la enfermedad cardio vascular el cáncer y alteraciones neurológicas, pero hace un llamado de atención a que no cualquiera es apto para hacerlo y por lo mismo, sugiero sea supervisado y dirigido por un profesional.
Mi crítica al artículo va dirigida a que, en su parte final, abre la puerta a la industria farmacéutica para desarrollar productos que remeden los beneficios de un ayuno intermitente, sin la necesidad de generar cambio en los hábitos de alimentación. Esto sería algo así como, aliméntese como quiera y viva como quiera, que yo le tengo la pastilla para solucionarle el problema. Así nos han venido llenando de soluciones, a mi manera de ver inadecuadas en las que nos inducen a alimentar, pero a la industria farmacéutica. Hay que aclarar que, en el mismo artículo, ponen de manifiesto que estudios dirigidos a este propósito en animales, han mostrado menor eficacia y seguridad, que realizar como tal el ayuno intermitente.
Para mí, primero que todo hay que generar un cambio de consciencia que lleve a un cambio de hábitos, echando primero mano a nuestra farmacia interior, antes que pensar en introducir un medicamento que genere dependencia y que habitualmente se acompañan de efectos adversos.
Por otro lado, como sigo sin el propósito de engrosar la información que existe a nivel nutricional, quiero hablar del ayuno intermitente, refiriéndome al ayuno como la acción de privarse de algún placer. Como hablar para algunos es un placer, ¿qué tal si nos privamos de hablar y de tener nuestras conversaciones internas para dedicarnos a escuchar?
Generar una escucha empática es un proceso que parte de la escucha activa, pero va más allá. En este tipo de escucha, se desarrolla una conexión con los otros, hay un vínculo que nos lleva a otro nivel y nos permite aprender y crecer como personas. Muchos problemas en los hogares y comunidades se generan por problemas de comunicación, por lo que mi propuesta es que hagas una privación de ese deseo de hablar, que en ocasiones es movido por un pensamiento inconsciente en el que creemos que lo que tenemos para decir es más importante que lo que nos están diciendo.
Dar y recibir un regalo material es un placer. ¿qué tal si nos privamos de dar un regalo material y damos un regalo espiritual o inmaterial? Regalar una sonrisa, un gracias, un abrazo, una caricia, una palabra, no tienen un valor económico y podemos brindarlos una y otra vez, cuantas veces quieras y tanto entregarlo como recibirlo, trae beneficios a diferentes niveles, incluso en nuestra salud pues entrenar la amabilidad, la bondad, el agradecimiento, generan vínculos y liberación de sustancias en nuestro cuerpo que potencian nuestro bienestar.
Podemos pues, tener muchos ejemplos de placeres de los que nos podemos privar, de los que podemos hacer un ayuno intermitente, que como su nombre lo dice, es intermitente, no es que tenga que ser siempre así, pero en la medida en que lo cultivemos, cada vez será más fácil modificar esos hábitos y apegos que nos pueden hacer daño.
William Joaquí
Médico Anestesiólogo.
Especialista en Medicina del Dolor.
Máster en Manejo Avanzado del Dolor.
Cofundador de Cuerpo & Mente. Humanizando el Alivio del Dolor. Una mirada integrativa y funcional al alivio; con un equipo interdisciplinario para el tratamiento o acompañamiento del cuerpo y la mente.
Torre médica Intermédica. Consultorio 1603.
www.cuerpoymente.com.co
williamjoaqui@cuerpoymente.