En estas tres palabras he encontrado un universo de herramientas para ayudar y apoyar a otros con las emociones o situaciones difíciles de procesar.
Por naturaleza, queremos salir corriendo ante una dificultad. Si bien en algunos momentos la situación nos lo permite, a veces nos vamos a encontrar con que el huir solo nos traerá más problemas. Cuando veamos que este es el caso y que enfrentar será la manera de resolver el problema, te invito a que sigas estos tres pasos que te pueden ayudar a resolverlo.
Parar
Permítete tener ese momento para reconocer que necesitas resolver algo. Tu cuerpo lo manifestará por cambios fuertes en tu funcionamiento físico. Cuando sientas presión en el pecho, dificultad para respirar, tensión o dolor muscular, cambios en tu sistema digestivo, entre otros síntomas; es la forma en que tu cuerpo te está pidiendo que pares, esa pausa la puedes hacer con retirarte físicamente o mentalmente del momento, permitir respirar profundo por unos minutos o literalmente decirle a tu mente “PARA”.
Pensar
Cuando ya sientas que en tu cuerpo hay una relativa tranquilidad y si sientes que lo puedes hacer por ti mismo, o si identificas que lo puedes hacer en compañía de alguien, comienza a responder las siguientes preguntas:
- ¿Qué está pasando en mi vida en este momento que pueda ser un problema? Trata de no ignorar nada, lo mínimo también afecta, no le pongas juicios de valor.
- ¿Qué me puede estar ocasionando preocupación?
- ¿Qué depende de mí para solucionarlo?
- ¿Qué cosas puedo hacer para llegar a la solución?
- ¿Qué de estas cosas, ya he implementado y no han resuelto nada?
Actuar
Cuando hayas nombrado el problema y encontrado las posibles soluciones que puedas llevar a cabo, ponlas en práctica. Pero recuerda: es un experimento que estás haciendo para ver si funciona o no, en caso de que no te dé el resultado, intenta con la siguiente opción en la lista.
Recuerda que, si al hacer este ejercicio por ti mism@ no puedes continuar, un profesional puede ayudarte a salir de esa situación. Buscar la ayuda oportunamente hace la diferencia entre un mal rato o la percepción de una mala vida.
Anímate a invertir en tu salud mental, son recursos internos que tendrás para toda la vida
Psi. Tita Builes
Psicóloga Clínica
Ms. el Psicología
Ms. en Terapias psicológicas de tercera generación
tita.builes@cuerpoymente.com.co