Desde la perspectiva de la nutrición funcional una intervención terapéutica INDIVIDUALIZADA/PERSONALIZADA creada para promover una salud óptima y prevenir enfermedades relacionadas con la dieta y el estilo de vida son parte fundamental en el manejo de enfermedades crónicas complejas como diabetes, síndrome del intestino irritable, fatiga crónica, fibromialgia y trastornos autoinmunes.
Sin embargo durante los últimos años hemos presenciado una gran cantidad de información que sobre salud, nutrición y fitness se propaga a gran velocidad y en masa por las redes sociales y diversos medios de comunicación, lo que resulta en información confusa y hasta contradictoria para nosotros. Ya no sabemos ni que comer, un día vamos a consulta y nos dicen que el huevo es muy peligroso, que te obstruye las arterias y te puede causar infartos, pero a los meses leemos un articulo donde lo consideran un alimento milagroso de alta calidad nutricional y que debemos comer a diario.
Es por todo lo anterior que decidimos crear este espacio para empezar a desmitificar tanta información que sobre nutrición y alimentación existen en el mercado.
Para empezar debemos dejar de ver la comida solo como X o Y cantidad de calorías. La comida es mucho más que energía, nos conecta con otros y con nosotros mismos, es medicina, es información, con decirte que cada alimento que llevas a tu boca se puede convertir en una de las más poderosas herramientas para frenar el desarrollo de una enfermedad o por el contrario su mayor aliado para promoverla. Si, la comida puede mejorar la expresión de nuestros genes, balancear hormonas, disminuir la inflamación, optimizar la flora intestinal y recuperar nuestra salud.
Así que por qué no resolver un test de manera individual con las preguntas que con mayor frecuencia se repiten y con algunos de los alimentos más controversiales.
- ¿Los alimentos sin gluten son saludables y me ayudan a bajar de peso?
- ¿La granola y los cereales integrales de caja son más saludables que el pan?
- ¿El azúcar nos da energía y por eso tenemos que consumirlo a diario?
- ¿El jugo de naranja es muy saludable porque es antioxidante?
- ¿Los productos light y sin azúcar son mejores que los productos tradicionales?
- ¿La margarina de origen vegetal es la mejor grasa porque no tiene colesterol?
- ¿La mantequilla es una grasa mala que nos obstruye las arterias?
- ¿Todos debemos consumir lácteos a diario para mantener huesos sanos?
¿Respondiste Si a la mayoría de estas preguntas?, déjame decirte que son falsas, son mitos que por desgracia contribuyen al aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles. A mi me paso igual, creía que la respuesta a todas estas preguntas era un SI rotundo, y procuraba llevar una alimentación que creía era “saludable” siguiendo los estándares recomendados por los médicos y nutricionistas, pues quería cuidar mi salud y calidad de vida, además tengo antecedentes familiares de: Infartos en el miocardio, enfermedad cerebrovascular, diabetes, hipertensión, dislipidemia, fibromialgia, depresión etc… necesitaba actuar lo más pronto. Sin embargo, mantenía mi nevera llena de yogures light, quesos bajos en grasa, granola para el desayuno o como snack, pan integral, galletas “para no castigarme” J, jugo de naranja (infaltable después de hacer ejercicio), ah pero eso si nada de mantequilla, mejor aceites vegetales en las preparaciones caseras.
Lo primero que debe quedar claro es que la base de nuestra alimentación esta en volver a consumir alimentos reales, sin etiquetas, sin procesar, que sean de la tierra, variados, debe ser un arcoíris de fitonutrientes (platos llenos de colores), de esta manera lograremos tratar los desequilibrios clínicos que pueden causar una enfermedad y alcanzar en nosotros mismos la máxima expresión de salud.
- ¿Los alimentos sin gluten son saludables porque me ayudan a bajar de peso?
Ok, entramos en un terreno denso, nuestro protagonista de los últimos años, y centro de discusión entre médicos y nutricionistas, nuestro amigo el gluten o quizás enemigo.
Primero, aclaremos ¿qué es el gluten? El gluten es una proteína pegajosa que se encuentra en alimentos como el trigo, la cebada y el centeno, algunas veces en la avena por contaminación cruzada, es decir que el gluten esta en panes, galletas, postres, bollería (Si esa misma que desayunas en la tienda de la esquina) también en pastas, cerveza e incluso oculto como ingrediente en caldos en cubo (maggi), salsas espesas, salsas de soja y golosinas.
Ahora, ¿cuál es el problema con el gluten, si desde miles de años atrás lo hemos consumido?
El problema esta en que el gluten que consumimos hoy en día no es igual al que se consumía en el tiempo de Jesús, el trigo actual es genéticamente modificado y llevan una proteína pegajosa, disfuncional que reacciona abriendo agujeros enormes en nuestro intestino y alterando la función de barrera entre el medio externo y el medio interno que cumple el intestino, causando así un agujero enorme en el colador y permitiendo el paso de moléculas y sustancias nocivas para nuestra salud, lo que conocemos hoy en día como “Leaky gut” o intestino permeable. Cuando tenemos un intestino permeable se permite el paso de cosas que nunca fueron aptas para entrar como hongos, parásitos, bacterias y otras sustancias, que activan el sistema inmune (nuestras defensas) para controlar esa entrada masiva de intrusos lo que termina en inflamación crónica persistente y el desarrollo de condiciones como asma, dermatitis, enfermedades autoinmunes.
Entonces ¿El gluten para quien es malo? Esta claramente demostrado que el gluten no debe ser consumido por personas con enfermedad celiaca, condición en la cual la entrada de gluten en mínimas cantidades desencadena una reacción severa con síntomas como gases, dolor abdominal, diarrea explosiva, lesiones en piel, prurito, fatiga. Pero aunque las personas con diagnostico de enfermedad celiaca son un pequeño porcentaje, el grueso de la población presenta algo que se conoce como sensibilidad no celiaca al gluten, casos en los que no se evidencian síntomas severos ni inmediatos tras la exposición al gluten, si no que los síntomas pueden darse a distancia con migraña, dolores articulares, molestias gastrointestinales leves hasta 72 horas después del consumo.
Entonces podemos concluir que lo mejor si es evitar el gluten, tanto si se es celiaco, sensible al gluten o ninguna de las anteriores con el fin de evitar la formación de agujeros en nuestro intestino, pero recuerda el beneficio de los alimentos sin gluten no esta en que ayuden a disminuir grasa corporal, si no en que disminuye la exposición a lectinas. PERO OJO no se trata de remplazar todos los alimentos de panadería por bollería sin gluten, pues incluso muchos de estos siguen siendo ultra procesados proinflamatorios…
Recuerda la clave está en comer comida real.
Dra. Cindy Marcela Ardila Pérez.
Medica Egresada de la Universidad Militar Nueva Granada.
Actualmente curso mi segundo año de Maestría en Nutrición y Alimentación con la Universidad de Barcelona y en proceso de certificación con el Instituto de Medicina Funcional de los Estados Unidos. Diplomada en Medicina Funcional, Naturopatía y Kinesiología Aplicada con la FUCS
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