El tiempo pasa, no es nada nuevo. Detenernos por un momento y hacer una revisión de la calidad del tiempo que ha pasado y está pasando es una manera de dejar que simplemente el tiempo y la vida pasen por encima de nosotros, casi sin darnos cuenta.
Cuando pasamos tiempo en familia podemos simplemente estar, pero sin compartir.
Cuando pasamos tiempo en casa podemos simplemente estar ahí, entretener nuestra mente con elementos que poco o nada ayudan a nuestro crecimiento, de modo que no prestamos atención a personas, cosas, situaciones o momentos que enriquecen la permanencia en ese espacio sagrado. Por eso hoy nuestro lugar seguro, nuestro hogar nos genera pánico, porque de él sólo hicimos unos muros.
Lo importante no es la reunión, no es el viaje, no es el hacer acto de presencia, es compartir tiempo de calidad en cada momento de nuestras vidas, en nuestro trabajo, en nuestro hogar, en nuestras reuniones familiares.
Hoy la vida nos invita a un renacer, un despertar de conciencia y de almas. A vivir la humanidad compartida que nunca debimos olvidar cuando éramos pequeños y que solo lo recordamos cuando llegamos a la vejez.
Pasar de un simple momento más a una contemplación, deja una huella imborrable en nuestra memoria que con el tiempo agradecerás. ¿Te ha sucedido que, conduciendo el auto, caes en cuenta que no recuerdas el momento en el que pasaste por tal o cual parte?
Llega un momento en el que no recuerdas cuándo pasó tal o cual cosa, porque estabas viviendo en piloto automático, simplemente tu cuerpo estaba ahí pero tu mente y tu esencia no disfrutaban ni degustaban minuto a minuto lo que ahí ocurría.
A mi manera de ver, hay muchos distractores que por sí mismos no son los culpables de empeorar la situación.
El poder se lo damos nosotros cuando les damos más importancia que a la vida misma, que el vivir el momento presente, que el poder estar contemplando en este mismo momento el espacio que estás pasando. Disfrutar tiempo de calidad, es comprometerse con todos los sentidos a experimentar y vivir cada momento de la vida, no como si fuera el último sino como lo único y particular que es.
Ánimo que esto también pasará, nadie ha dicho que sea fácil, pero seguro con las herramientas internas, y toda la capacidad que estás descubriendo de activar tu farmacia interior, te sorprenderás del camino y la transformación que resignificar la vida ha traído para ti.
El tiempo ahora será de calidad, no por lo que hemos leído e interpretado, sino porque hoy la vida nos lo ha hecho experimentar.
Agradezcamos entonces este momento donde estamos siendo valientes, donde como seres humanos somos luz para los demás y donde renacemos minuto a minuto sacando lo mejor de nosotros.
Sandra C Giraldo.
Coach Ontológica Profesional.
Máster en Programación Neurolingüística
Cofundadora de Cuerpo & Mente. Alivio del dolor, salud y bienestar. Una mirada integrativa y funcional al alivio; con un equipo interdisciplinario para el tratamiento o acompañamiento del cuerpo y la mente.
Torre médica Intermédica. Consultorio 1603.
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