Hola Familia de Cuerpo y mente.
Hoy en el mundo estamos viviendo un momento histórico, un momento lleno de incertidumbre y angustias pero también un momento de reflexiones profundas sobre lo realmente importante y valioso en esta vida, un momento en el que la naturaleza y su fuerza, nos obligan a parar, a detenernos para re-evaluar y re-pensar lo que como especie (humana) estamos haciendo.
Solo así, en el silencio, en la soledad de nuestras casas tenemos la oportunidad de ver, reconocer y aprender los errores que automáticamente normalizamos y repetimos día tras día, aprovechemos este tiempo que nos regala la madre naturaleza para reflexionar profundamente sobre lo mucho que como especie la hemos dañado, elevemos nuestra conciencia, para entrar en sincronía con el planeta y sus ritmos.
La tierra, nuestro hogar estaba hablando desde meses atrás con incendios forestales en la Amazonia (el pulmón del mundo, curioso ¿verdad?) y en Australia cobrando incluso la vida de miles de animales; presenciamos en la comodidad de nuestras sillas desprendimientos de enormes fragmentos de hielo en la Antártida a una velocidad desproporcionada del ritmo natural de la tierra, vimos heladas severas en muchos países pero solo esperamos a que pasara mientras ajustábamos la calefacción, nunca paramos para escuchar a la Tierra, nos hicimos los de oídos sordos e ignoramos sus gritos de ayuda.
Ahora ella (la Tierra) simplemente está en busca del equilibrio natural a través de su propia autorregulación. Se vio obligada a pararnos y nos demostró que no importa frontera, raza, credo, posición económica y nos está enseñando a duros golpes que desafortunadamente los seres humanos no somos dioses, que no tenemos el poder y mucho menos el control de todo el planeta, que más bien somos una parte vulnerable y finita que necesita con urgencia reconectarse con su esencia, con sus raíces y con las demás especies que habitan la tierra.
Las noticias de los últimos días después del inicio de la cuarentena nos muestran cómo casi que mágicamente se limpian los canales de Venecia, la vida representada en peces vuelve a correr entre sus aguas, los niveles de contaminación en el aire de países como Italia empiezan a disminuir, los aviones (una de las mayores fuentes de contaminación) se ven obligados a frenar, los aires vuelven a correr limpios, los ríos fluyen, se para el fracking, se para la explotación minera porque finalmente para la tierra el movimiento de los mercados, la economía, las guerras entre humanos no hace parte del equilibrio y ahora mismo ella solo se está dando un respiro de los humanos.
No tengamos más miedo, sigamos las recomendaciones, escuchemos al planeta, seamos solidarios unos con otros y dejemos de pensar de una manera tan egocéntrica como nos enseñaron, es hora de volver a pensar en comunidad, de ver que la vida y lo vivido, la salud, el tiempo y la naturaleza son el verdadero regalo por estar vivos.
Únete a la campaña de “Quédate en casa”, únete a la campaña de “Lava tus manos”. Cuídate, cuídame, cuidémonos todos.
Dra. Cindy Marcela Ardila Pérez.
Medica Egresada de la Universidad Militar Nueva Granada.
Actualmente curso mi segundo año de Maestría en Nutrición y Alimentación con la Universidad de Barcelona y en proceso de certificación con el Instituto de Medicina Funcional de los Estados Unidos. Diplomada en Medicina Funcional, Naturopatía y Kinesiología Aplicada con la FUCS.
Torre médica Intermédica. Consultorio 1603.
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